En compartimientos reservados la detención de yo, buscando en sueños enredados tristes.
Hallazgo de los fragmentos a veces en mi propio corazón de una lengua eterna, que, para las que entiendan, puede moverse a los rasgones.
Pero uno mismo invoca más a menudo la noche y la obscuridad. Para sin el otro, silencio es como una maldición, lengua de condenación, al menos hermosa, seguir siendo por siempre vacío.
Por lo tanto hablemos junto - de corazón al corazón que podemos saber. Y tejamos sueños en una nueva mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario